Es la parte central de la tesis, donde se exponen los logros del trabajo. El texto debe ser redactado en forma clara, concisa, lógica y ordenada con una presentación que capte el interés del lector. Todo argumento o hallazgo enunciado debe estar adecuadamente fundamentado.
Es recomendable que el cuerpo de la tesis esté organizado en varios capítulos los cuales refieran a diferentes objetivos parciales, con su planteo conceptual, métodos, resultados, discusión y conclusiones correspondientes. Cada tesista decidirá acerca del número de capítulos en que será dividido el cuerpo de la tesis. Cada capítulo de la tesis debe tener una carátula indicando el número y el título del mismo. Si el capítulo tuviera publicaciones derivadas, las mismas se indican con una nota al pie (indicar la cita bibliográfica completa). El capítulo final de la tesis deberá ofrecer una visión general e integradora del trabajo, además de exponer la relevancia y significado de sus principales hallazgos.
El cuerpo de la tesis podrá estar organizado de dos maneras, alternativas.
En la segunda modalidad de organización deberá agregarse un capítulo final Conclusiones Generales, integrador de todas las conclusiones de la tesis.
A modo de ejemplo:
Los Materiales y Métodos se refieren a los utilizados para desarrollar la(s) experiencia(s), e incluyen el diseño experimental o la forma de obtención de la información, o los desarrollos teóricos a los que se arribó analíticamente, en el caso de contribuciones metodológicas.
Los Resultados son los obtenidos.
La Discusión de los resultados incluye sus limitaciones e implicancias teórico-prácticas.
Las Conclusiones de cada capítulo y/o las Conclusiones Generales, según la forma elegida para organizar la tesis, deberán relacionar los hallazgos del trabajo experimental o metodológico con los objetivos, hipótesis y estado actual de los conocimientos expuestos en la Introducción. Además, deberán señalar el significado de los resultados obtenidos.
Se recomienda separar claramente las secciones o subtítulos por medio de una de las siguientes formas tradicionales de ordenamiento de un texto:
Esto ayuda a mantener la estructura lógica del escrito y a establecer una jerarquía entre lo fundamental, lo secundario y lo accesorio.
Los cuadros y figuras deben tener leyendas autoexplicativos y deben estar intercalados en el texto del capítulo correspondiente, no al final del mismo. Cada cuadro y figura debe estar numerado correlativamente con el número de capítulo y orden dentro del capítulo correspondiente.
Las citas bibliográficas en el texto deberán aparecer entre paréntesis y ajustarse al siguiente formato:
i) si se trata de uno o dos autores: Apellido y Apellido año. Ej: (Pedroza y Machi 1990).
ii) si se trata de más de dos autores: Apellido et al. Año o Apellido y col. Año. Ej: (Pérez et al. 1980) o (Pérez y col. 1980).